Depredadores humanos

Janire Rámila és llicenciada en Criminologia, en Dret i en Periodisme. Nascuda a Sant Sebastià l'any 1974 acaba de publicar a la Biblioteca del Crimen

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Janire Rámila és llicenciada en Criminologia, en Dret i en Periodisme. Nascuda a Sant Sebastià l'any 1974 acaba de publicar a la Biblioteca del Crimen de l'editorial Nowtilus Depredadores humanos, un estudi detallat i meticulós al voltant dels assassins en sèrie, unes personalitats canviants i especials que han fascinat criminòlegs i guionistes. Autora també de La ciencia contra el crimen, Janire dibuixa el perfil d'aquests criminals ajudant-se de retrats psicològics, de l'estudi de casos reals, de fotografies i d'informes policials.
Com és habitual, li he volgut demanar que ens expliqués alguns detalls d'aquest estudi fascinant i aquí teniu el resultat.



Asesinos en serie los ha habido siempre, en todas las épocas y en todas las culturas. Por ello no puede asegurarse, como dicen algunos, que son un producto exclusivo de nuestro tiempo. Desde el caso de Sawney Bean, que asesinaba y robaba a transeúntes en la Escocia del siglo XV para después devorarlos, hasta el más reciente suceso del asesino de la baraja, la Historia nos ha demostrado que nos enfrentamos a un acontecimiento repetitivo en el tiempo. Para algunos este puede ser un pensamiento negativo, al considerar triste el hecho de que no hayamos sido capaces de erradicar un tipo de criminalidad tan persistente. Y quizá sea una percepción acertada, pero como veremos en este libro, la solución no es tan fácil.
Primeramente por el desconocimiento que aún persiste hacia estos criminales, hacia los motivos e impulsos guardados en sus mentes que les llevan a matar y, seguidamente, por el desconocimiento hacia el propio origen de la psicopatía y la psicosis, malformaciones mentales que subyacen en prácticamente la totalidad de los asesinos seriales.

En este libro hablaremos de todo ello. Y lo haremos con sinceridad, sin ocultar la dureza de esta realidad. Por esto, discúlpenme si algunas páginas les parecen especialmente difíciles de leer. Lo entiendo, son historias difíciles de digerir, pero repito, así es la realidad en torno a los asesinos seriales. He decidido hacerlo así porque si queremos afrontar la verdad, debemos hacerlo de una forma seria y madura, no leyendo únicamente lo que nos gusta, también lo que no nos gusta. Por el contrario, también les aseguro que no habrá cabida para el sensacionalismo, ni para las invenciones gratuitas. Ese será mi compromiso para las próximas líneas.



Mi otro compromiso será para las víctimas, las grandes olvidadas, las doble, triplemente maltratadas. Creo sinceramente que todos los libros escritos hasta el momento sobre el mundo de los asesinos seriales las han silenciado y han centrado la atención exclusivamente en los criminales. No me parece justo.
Vivimos en un mundo en el que la violencia parece haberse adueñado de todos los ámbitos. Los medios de comunicación sólo nos informan de los hechos consumados, pero no de lo que queda detrás de ellos, de los miles, millones de personas que sufren a diario esa violencia y que muy pocas veces tienen la oportunidad de expresarse. Algo de perverso existe cuando a un violador o a un asesino se le ofrecen contratos millonarios para relatar sus delitos en televisión, mientras que sus víctimas, las que sobrevivieron, continúan con tratamientos psicológicos en un intento de encauzar una vida que se vio rota injustamente. Para ellos no hay contratos millonarios.
Si deseamos un mundo más humano ya es hora de comenzar a rebelarnos contra estos procederes.




Y mi tercer foco de atención se centrará en las modernas técnicas de investigación utilizadas para atrapar a los asesinos seriales y en los agentes de la Ley, a menudo vilipendiados y cuestionados, olvidando que la inmensa mayoría de ellos son enormes profesionales que velan por nuestra seguridad, poniendo demasiadas veces en riesgo su propia vida.
Todos juntos conforman lo que podríamos denominar el mundo de los asesinos en serie y que ya es hora comencemos a repasar. Pero antes permítanme un apunte más: no se dejen vencer por la tristeza cuando lean los primeros capítulos. Como el rayo de sol que deslumbra entre las nubes de una terrible tormenta, así a medida que vayan pasando las páginas iremos recuperando la esperanza perdida.


Gràcies Janire
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