Cuixart: "La prioridad no es salir de prisión, sino denunciar el ataque a las libertades"

La hoja de ruta, de hecho, es una declaración de intenciones. Si la leen en detalle, verán que no es un documento estratégico, no se expone ningún tipo de estrategia, más allá de la intención -cierta, que fue pública y notoria- de convertir las elecciones del 27 de septiembre en unas elecciones de carácter plebiscitario.

El preámbulo de esta hoja de ruta lo marca muy claro, aunque está en catalán, les traduzco literalmente: 'esta hoja de ruta pretende aglutinar las organizaciones soberanistas que comparten el objetivo de que Cataluña inicie un proceso de transición democrática para poder ser un estado independiente si así lo quiere la mayoría de la ciudadanía de Cataluña'.

Este 'si así lo quiere la mayoría de Cataluña' ya denota que no es una estrategia, sino que es intentar aglutinar las principales formaciones políticas soberanistas y convertir el 27 de septiembre.

Creo que es importante hacer un matiz: yo soy un preso político, no soy un político preso. Y, junto con mi compañero Jordi Sànchez, que hemos entrado en prisión por el hecho de ser activistas sociales y no políticos, la diferencia es que yo, de todo lo que me está hablando el ministerio fiscal no tengo un conocimiento en profundidad, sobre el número de las leyes, porque yo no participo del día a día de la vida parlamentaria no puedo hablar de una cosa en la que no he participado.

Si hace un poco más grande la letra, les hago la traducción al castellano y todo. Este era uno de los motivos por los que pedíamos ser juzgados por un juzgado competente lingüísticamente porque el problema ahora está en que tengo que hacer de traductor cuando si el juzgado fuera competente lingüísticamente no tendría que hacer de traductor.

Recriminarme que quiero hacer un tsunami democrático, no sé dónde ve lo punible, o lo que yo tenga que decir que me retracte, porque es al contrario. Sí, queremos más democracia, sociedades más abiertas, más participativas, (siendo este) uno de los objetivos (con los) que tenemos que paliar como sociedad.

Quiero dejar claro, porque si no hay equívocos: mis declaraciones ante el juez instructor estaban vinculadas a una voluntad de salir de la cárcel al precio que fuera. Y esta ya no es mi prioridad. Soy un preso político.

Después de 500 días, mi prioridad no es salir de prisión. Mi prioridad es poder denunciar el ataque y la vulneración de derechos y libertades en Cataluña y en España.

Mi declaración ante el juez instructor fue condicionada ante el impacto, que es muy grande cuando entras en la cárcel y cuando estás convencido de tu inocencia, como lo sigo estando hoy, pero les insisto que mi prioridad es la absolución, obviamente, pero mi prioridad es la resolución del conflicto político entre Cataluña y España y la recuperación de derechos y libertades en el Estado. Mi prioridad ya no es salir de la cárcel, como lo era anteriormente.

Jaime Moreno: En esta agenda, aparece una anotación de una reunión en enero de 2016, con asistencia de los señores Turull, Rull, Anna Gabriel y ustedes, señores Cuixart y Sánchez como presidentes para tratar la investidura de Puigdemont. ¿Estuvo usted en esa reunión, la recuerda?

Jordi Cuixart: No era la investidura de Puigdemont. Era la investidura del president Mas, que no tenía suficientes apoyos, y esta reunión, que es pública, no para que la ponga en la agenda del señor Jové, es que fue pública, lo dijimos abiertamente. Debe pensar usted que todas las actividades que hace Òmnium, todas, no deben ser transparentes, sino que son transparentes. Todas son publicitadas y públicas.

Dice convocar. Perdone que le rectifique: la convocatoria se generó de manera espontánea. A primera hora de la mañana, uno de los principales canales de difusión en este caso fue el periódico El Mundo, que envía una foto donde se ve que entra la policía en la sede de la Vicepresidencia y, de manera espontánea, se empieza a poner frente a la sede la gente que estaba en el bar, el bar que permaneció abierto durante toda la jornada del 20 de septiembre.

Cuando llegamos, pues sí, sí: obviamente, al ver que se estaba congregando una cantidad de gente muy importante, como ejercicio de responsabilidad una vez más, como explicó Sànchez el otro día, asumimos plenamente la convocatoria para garantizar que la primera vez de los últimos 10 años del soberanismo, que estábamos viendo una actitud que rompía con el guión original de la respuesta del estado de la voluntad de Cataluña de celebrar un referéndum de autodeterminación.

Jaime Moreno: ¿Ya preveían actitudes violentas?

Jordi Cuixart: A ver, a ver, a ver, con todo el respeto: creo que la pregunta es una falta de respeto hacia mi persona. Lo que le digo es que cuando, desde mi cuenta oficial digo todos a Rambla con Gran Vía diciendo 'aislemos cualquier actitud, cualquier acción violenta', lo que nos ha caracterizado siempre como entidades del soberanismo y es la actitud que siempre hemos tenido de pacifismo.

Varias matizaciones: cuando se inicia el registro, la Guardia Civil no toma las precauciones habituales. El día que entraron a la sede de Òmnium, la policía cortó la calle. La Guardia Civil corta la calle. Y se quedan tan anchos, porque estaban haciendo un registro. No dejan armas delante de la puerta, no lo hacen. Cortan la calle y realizan el registro.

Jaime Moreno: ¿Supo usted que la comisión judicial no tuvo posibilidad de salir a comer, no tenía libertad de movimientos?

Jordi Cuixart: Esto no es cierto. Que no tenga libertad de movimientos no es cierto. Se creó un pasillo expresamente para que pudiera entrar y salir del Departament de Economía. Y, de hecho, salió muchísima gente.

Jordi Cuixart: Y no se les pedía ningún tipo de autorización, porque en la puerta, en el exterior, hubo, durante todo el día y parte de la noche una pareja de la Guardia civil y de policía de Mossos de Esquadra que estuvieron todo el día y que, a su criterio, dejaban entrar o no a la gente. Pero estaban en la parte exterior de vicepresidencia.

Jordi Cuixart: Ellos decían quien entraba, estoy convencido de que los que querían salir, lo pudieron hacer. Es verdad que había mucha gente, era un pasillo que podían pasar 4 personas en paralelo. Había una multitud de manifestantes, pero no impedían el paso, bajo ningún concepto.

La policía hacía su trabajo, los funcionarios hacían su trabajo y la ciudadanía hacía su trabajo. Muchos no fueron a trabajar para defender lo que creían que legítimamente se tenía que defender, que son los derechos fundamentales y el derecho a la autodeterminación, el derecho de autogobierno.

Por tanto, sí, era más aparatoso. Pero no cuestionaría la buena voluntad de los que hicieron el pasillo, en este caso, los voluntarios, que estuvieron todo el día aguantando, y no cuestionaría bajo ningún concepto la finalidad del pasillo, que no era otra que pudiera entrar y salir quien quisiera.

Lo que quiero destacar es que al contrario de lo que su pregunta afirma, la actitud de la gente era pacífica y era serena, pero con un enfado muy grande, con un descontento muy grande por lo que se producía y lo que se sigue produciendo. Este enfado, por suerte, en Cataluña, se sabe canalizar sin el uso de la violencia ni del 'a por ellos'.

Jaime Moreno: ¿Le gustó ese día, le pareció un día con lo que está de acuerdo, con cómo sucedió, o no le gustó?

Jordi Cuixart: Mire... Sobre lo que me gusta o no, no creo que sea el objeto de este juicio, se me juzga por mis hechos y no por mis gustos o disgustos. Esto por una parte... Y por lo tanto me parece que la pregunta...

Jaime Moreno: La hago de otro modo: ¿hubo pocos incidentes por lo que pudo haber pasado, dada la situación?

Jordi Cuixart: El 20S la actitud de la ciudadanía de Cataluña no me sorprendió. Si volviera a pasar, estoy convencido de que pasaría exactamente lo mismo, a excepción de los vehículos de la Guardia Civil, que es un comportamiento muy impropio.

Me pregunta si yo era consciente del daño que tenían los vehículos; complemento lo que dijo Sànchez. Cuando llegué a primera hora de la mañana, a las 10 o así, yo creo, yo ya vi corresponsales que estaban encima de los coches y, de verdad, a mi sentido común ya pensé, es una actitud muy poco habitual, eso de ponerse encima de unos coches, había también manifestantes...

Todo eso denotaba que era una convocatoria que no es de las que nos gustan a nosotros, todo bien programado, pero era lo que había. La población quería mostrar su disconformidad legítimamente y nosotros asumimos la responsabilidad del momento. Los coches dañados, no fui consciente de ello hasta a partir de las 12 y media de la noche, cuando ya estaba vacía la zona.

Y lo vi y dije: ostras, realmente, los daños son a los vehículos, (de eso) no era consciente para nada. Pero era meramente anecdótico, y lo digo con todo el respeto hacia el mobiliario urbano, hacia los colegios electorales que se destrozaron el 1 de octubre y los coches de la Guardia Civi.

Lo que hicimos fue, a las 10 y media de la noche, preparar los preparativos de la desconvocatoria, haciendo un discurso en el escenario principal y otro sobre los coches de la Guardia Civil. Pero no queríamos desconvocar, y no nos lo planteamos, porque el objetivo era mostrar la disconformidad hacia ese registro, esa entrada y ese registro a la sede de Vicepresidencia.

Si lo que usted me pide es que yo renuncie a ejercer los derechos fundamentales, le digo que nunca renunciaré a ejercer derechos fundamentales. Parafraseando un presidente del gobierno: ni quiero, ni puedo, y nunca renunciaré a ejercer estos derechos fundamentales.

Me gustaría saber si los señores Pepe Álvarez o Unai Sordo saben cuál es el plazo que se tiene que pedir en una manifestación o cualquier otro líder social o cultural, si saben en concreto la ley, el plazo que establece la ley.

Soy presidente de una entidad cultural que convoca manifestaciones, pero siempre coparticipamos en las manifestaciones de la ANC y que una gran manifestación que hicimos fue la del 10J y que, si es necesario, convocaremos tantas manifestaciones como haga falta para defender nuestro derecho de manifestación, pero no por reprochar a nadie, sino en defensa de la democracia.

Jaime Moreno: ¿Qué altar? ¿Qué altar majestuoso era ese?

Jordi Cuixart: El escenario.

Jaime Moreno: ¿Era en el escenario?

Jordi Cuixart: Ah, perdón, lo dije también desde el escenario. No lo sé. Altar majestuoso... que los podía ver. No tengo nada más a comentar.

Jaime Moreno: No quiere comentar sobre el altar majestuoso. Está usted subido a un coche de la Guardia Civil.

Jordi Sànchez y yo éramos dos perfectos desconocidos para la sociedad española. La sociedad catalana, el sector más soberanista sí que nos reconoce una autoridad moral, también relativa, ¡que tampoco somos gurús! Pero éramos dos personajes más de dos entidades importantes, pero que formábamos parte de un ecosistema.

¡No hay ni un solo tuit, ni una sola mención de ningún líder, de ningún líder de ningún partido del ámbito estatal ni catalán que mencionen ni a Jordi Cuixart ni a Jordi Sànchez, ni el 1 de octubre! Una expresión coloquial: pasaban de nosotros, porque éramos…porque éramos unos perfectos desconocidos. Hay otra pericial que habla de las búsquedas de Jordi Sànchez y Cuixart en Twitter, en Google…Cero, inexistente. No pintamos nada.

¿Cuándo inician las búsquedas? A partir del 16 de octubre, porque no meten en la cárcel. ¿Qué ha pasado? Cuando nos han metido en la cárcel, nosotros nos hemos convertidos en unos referentes de la sociedad catalana, más allá del independentismo, y contra mi voluntad.